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Artista Visual - Licenciado en Arte Universidad de Chile - videodinamita@gmail.com

PINTURA

PINTURA

lunes, 3 de febrero de 2014

Ses Paradise x Carolina Paz Martinez


www.flickr.com/arteses

Pareciera que la visualidad, los códigos, los signos en nuestros días -la transmodernidad- se comportaran de una manera más austera, más pausada, como si ya se hubieran agotado las superficies y las imágenes. Donde cesaron de cargar tanta información, tantos referentes.
La mesura frente al quiebre y el desplazamiento, ya no se quiere referenciar, signos cautos que nos hablan de sensaciones hiperrealistas o de hipersueños.
Y es entonces que al enfrentarnos a esta disposición de colores, objetos referenciales, estructuras pregnantes de otra época, sensaciones, delirios, pensamos o más bien sentimos que algo nos descoloca. O es que el artista nos quiere gritar un poquito más fuerte en el oído, quiere ponernos una superficie cargada de símbolos que de un tiempo a esta parte se nos había olvidado.
La ausencia o cautela para invadirnos, se revierte en los lienzos. Nos recuerda que por más que nos despojemos de la historia, en tanto materia o símbolos, es inevitable que haya alguien que los recupera y los pone en evidencia en el sustrato del lienzo.
Ciertamente es que en la obra de Ses Paradise, no solo se nos dice que es necesario volver a los referentes para saber en que estamos, a los símbolos que vivieron,  sino que también vemos que las pasiones inmiscuidas, el caos es necesario para el espíritu.
Naturaleza corpórea con ansias, textos que viajan por los inconscientes, figuras, colores. Metarrelatos que capturan, que se abren, que se cierran. Dentro de cada obra que pareciera desear encerrar ciertos elementos totalizantes, de una homologación transmoderna, se pasa a una singularidad, efecto unívoco de las fuerzas.
Tan potente en su estética, amable agresividad en la disposición de los componentes. Entendemos que en esta superposición de significantes, hay una visceralidad que re ordena, caos aparente, calma en la fuerza.
Elementos vivos, espectros de la luz, los colores, las palabras, los símbolos. Crítica y anunciación de que los días que vivimos, quedan muchos. No nos sumemos en el hastío y el letargo. Hay espacio para seguir gritando, para seguir soñando dentro del caos.

martes, 3 de diciembre de 2013

FIJA LOS CONTROLES PARA EL CORAZÓN DEL SOL


Pinturas de Ses Paradise  

El escritor argentino Jorge Wilcock tuvo una feliz ocurrencia: titular El Revés de la Trama a su traducción de una novela de Graham Greene llamada The Heart of the Matter. Ese sólo juego entre títulos que propuso Wilcock, moviéndose entre dos lenguas, develando en una lo que se oculta en la otra, enuncia uno de los tropos posibles del arte

Tropos posibles del arte: como si los hubiera finitos, unas cuantas figuras que se repiten bajo distintos ropajes y circunstancias singulares. Como si hubiera un fuera del arte, una atalaya, una torre de observación, desde la cual pudiera hablarse administrativamente, cómodamente, elegantemente. Pico.

El revés de la trama is the heart of the matter. The Heart of the matter es el revés de la trama. ¿Qué trama? La única que pueda tener un revés: la exterioridad. Sus vericuetos, sus equívocos y exactitudes, sus intensidades, sus accidentes, su ley sin ley. El símbolo maestro de la exterioridad es el animal de presa. Su no saber es absoluto y se expresa en las frases sapienciales en títulos que surcan, atraviesan y desgarran la superficie de la selva: take a walk on the wild side. Hay demasiado. Too much. Sólo hay tiempo para el título en la superficie de la selva, en la selva de la superficie

La hembra también no-sabe, y como un repliegue del afuera sobre sí mismo, se expone sin mediaciones, sin resistencia alguna, como presa. Magullado, golpeado, parapetado, camuflado; el cazador espera su momento.

¿Qué la pintura es territorio de profusiones viscerales en acomplejado desprecio del concepto? ¿Qué el pintor es un pichulero impenitente y perezoso que no reconoce Dios ni ley? Puede ser. Puede ser si no hubiera serie, si no hubiera disposición de la serie indicando un recorrido. Si no hubiera un giro inesperado que resuelve, que desata: una catástrofe. Un efecto de hendidura que ningún cuadro, ningún trazo, por más salvaje o por más playero que sea, puede representar.  

Indicios de un recorrido para el animal sediento de sangre que entra a la sala de exposición a matar. Animal sediento de superficie. Bestia llevada de sus narices, a través de la selva, hasta la fuente misma de la sangre. Fija los controles para el corazón se le advirtió. No hizo caso. Desaparecida la selva, arriba, tres estrellas: tres fechas. Un corazón en el centro. Astro rey. Y en el corazón del corazón: un título. Uno que estaba del revés y fue puesto del derecho. En el corazón, los títulos están al derecho.

Están todavía al derecho: pues ahora están afuera. El interior se ha manifestado, se ha sacrificado, para que se pueda habitar la superficie sin parapetos, sin armamentos. Sagrado corazón. Fija los controles de la nave en dirección del corazón del sol, a su destrucción, al sol del corazón.

Pablo Solari
Revista Ojos de Serpiente
Diciembre 2013. 

www.flickr.com/arteses